El ecocardiograma transtoráxico es altamente preciso para identificar vegetaciones (masas que consisten en una mezcla de bacterias y de coágulos de sangre), pero la exactitud puede reducirse en hasta un 20% en adultos debido a la obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, deformidades de la pared del pecho, o pacientes de otra manera técnicamente difíciles. En adultos, el ecocardiograma transtoráxico es también de uso limitado para examinar las estructuras de la parte posterior del corazón, como el apéndice auricular izquierdo. La ecocardiografía transesofágica, puede ser más precisa que el ecocardiograma transtoráxico porque excluye las variables previamente mencionadas y permite una visualización más cercana de los sitios comunes para las vegetaciones y otras anormalidades. La ecocardiografía transesofágica también produce una mejor visualización de las válvulas prostéticas del corazón y la presencia de trombos dentro de las aurículas del corazón en pacientes.