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ELECTROCARDIOGRAMA DE ESFUERZO

El corazón se somete a cambios normales ante la estimulación por el ejercicio físico, pero hay otros cambios que se pueden dar que son indicadores de patologías. La prueba de esfuerzo es un estudio común que se utiliza para diagnosticar las alteraciones en el ECG durante el ejercicio, que se pueden dar en casos de enfermedad arterial coronaria, arritmias y otras patologías. Las pruebas de esfuerzo también se denominan pruebas de esfuerzo físico, pruebas de tolerancia al ejercicio, ergometrías, electrocardiografías de esfuerzo o ECG de esfuerzo.

ACERCA DEL EXAMEN

Durante la prueba, se llevan en el pecho pequeños discos de metal denominados «electrodos». Los electrodos están conectados a cables denominados «derivaciones» que a su vez están conectados a una máquina que tiene una pantalla de televisión que registra la actividad eléctrica del corazón (ECG) en vivo, así como la presión arterial del paciente. Esta pantalla también puede mostrar imágenes de un ecocardiograma de esfuerzo y una prueba de esfuerzo con isótopos. Se puede monitorizar la oximetría y capnografía del paciente. Las primeras mediciones se realizan en reposo y el paciente progresivamente va entrando a la fase de ejercicio. Observando esta pantalla, los médicos pueden registrar el ECG, la frecuencia y el ritmo del corazón, así como los cambios normales y anormales mientras el paciente hace ejercicio.

Se monitoriza y registra la presión arterial del paciente. También puede realizarse una ecocardiografía (lo que se denomina «ecocardiografía de esfuerzo») o pueden inyectarse radioisótopos en la corriente sanguínea (lo que se denomina «prueba de esfuerzo con isótopos»). Con estos estudios es posible obtener más información sobre la estructura y el flujo sanguíneo del corazón. Además se puede monitorizar la cantidad de oxígeno y de dióxido de carbono (CO2) del paciente, para poder asociar el estudio cardiaco con información acerca del funcionamiento de los pulmones.

La cantidad y exigencia del ejercicio para cada paciente será determinada por su médico, y la mayoría de veces está guiada por protocolos internacionales establecidos para los diferentes grupos de pacientes y generalmente en relación a la edad y su peso.

A los pacientes que están demasiado enfermos como para hacer ejercicio, o presentan alguna limitación ortopédica se les administra un fármaco que simula los efectos del ejercicio físico en el organismo, acelerando el ritmo cardíaco.

FORMA EN QUE SE REALIZA EL EXAMEN

Para la realización del Electrocardiograma de Esfuerzo, un técnico le limpiará con alcohol las zonas de la piel donde se le colocarán los electrodos. El alcohol podría estar frío. A continuación, se le colocarán los electrodos sobre el pecho y la espalda. Los electrodos se conectan a un electrocardiógrafo que registra la actividad eléctrica del corazón. El electrocardiograma de una persona sana presenta un trazado particular y los cambios en ese trazado les permiten a los médicos determinar si existe un problema con el corazón.

También le pondrán un manguito (brazalete) de presión alrededor del brazo para monitorearle la presión arterial durante la prueba.

Antes de iniciar la prueba, los médicos registrarán su presión arterial y su pulso. También registrarán la actividad eléctrica del corazón antes de que comience a hacer ejercicio (lo que se denomina «ECG en reposo»). Además, llevará puestos los electrodos durante el ejercicio y durante unos 10 minutos después del ejercicio. Se le explicará que será sometido a unos minutos de ejercicio físico, y que ante la presentación de cansancio, dolor o molestia de algún tipo debe reportarlo inmediatamente al médico.

Durante la prueba, le pedirán que camine sobre una cinta sin fin (caminadora o tapiz rodante) o que ande en una bicicleta fija. Cada 2 o 3 minutos, el médico o el técnico aumentará la velocidad y la pendiente de la cinta sin fin o la bicicleta fija, para simular la sensación de caminar o andar en bicicleta cuesta arriba. El médico o el técnico tratarán de detectar cambios en el trazado del electrocardiograma y en los niveles de presión arterial, lo cual podría indicar que el músculo del corazón no está recibiendo suficiente irrigación u oxígeno. El médico también estará atento a la presentación de síntomas de enfermedad arterial coronaria, que incluyen dolor en el pecho o una falta de aire desacostumbrada al hacer ejercicio.

Al finalizar la prueba, el médico le indicará una fase de relajación durante la cual le pedirá que se acueste o se siente y descanse.

El examen se continúa hasta que:

  • Usted alcance una frecuencia cardiaca deseada.
  • Usted desarrolle dolor torácico, falta de aire o un cambio en la presión arterial que sea preocupante.
  • Los cambios en el ECG muestren que el miocardio no está recibiendo suficiente irrigación y oxígeno.
  • Usted esté demasiado cansado o tenga otros síntomas, como dolor en la pierna, que le impidan continuar.

A usted se le monitoreará durante 10 a 15 minutos después del ejercicio o hasta que su frecuencia cardíaca y su presión arterial retornen a sus niveles iniciales. El tiempo total del examen es alrededor de 30 minutos. Después de la prueba, podrá comer, beber y reanudar sus actividades normales.

INTERPRETACION DE RESULTADOS ANORMALES

Los resultados anormales pueden deberse a:

  • Frecuencias o ritmos cardíacos anormales durante el ejercicio.
  • Cambios en su ECG que pueden significar que hay un bloqueo en las arterias que irrigan el corazón (cardiopatía coronaria).
  • Presentación de dolor de pecho (angina) o sensación de falta de aire (disnea) durante la prueba.
  • Cambios anormales de la presión arterial.
  • Disnea y/o fatiga marcada. Intolerancia al ejercicio.

Cuando usted obtenga un resultado anormal en una prueba de esfuerzo con ejercicio, le pueden solicitar otros exámenes al corazón:

  • Cateterismo cardiaco con angiografía coronaria
  • Holter.
  • Prueba de esfuerzo nuclear.
  • Ecocardiografía de esfuerzo.
RIESGOS Y COMPLICACIONES

Las pruebas de esfuerzo generalmente son seguras y se aplican de acuerdo a los protocolos según el estado clínico y antecedentes de la persona. Algunos pacientes pueden presentar dolor torácico o desvanecerse. Un ataque cardíaco o un ritmo cardíaco irregular y peligroso es raro.

Generalmente, las personas que son propensas a tener tales complicaciones de antemano se sabe que tienen un corazón débil, así que no se les hace este examen.

A aquellos pacientes que tienen alguna discapacidad o dispositivo ortopédico, o cuya condición física esté muy deteriorada, se les administra un fármaco que simula los efectos del ejercicio para el cuerpo.

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